
En el voluntariado de ancianos del colegio Salesianos Atocha nos hemos comprometido a visitar una vez a la semana a un anciano con el apoyo de un acompañante para proporcionarle compañía y entretenimiento.
Decidimos apuntarnos a realizar el voluntariado debido a que disponíamos de tiempo libre y nos llamaba mucho la atención brindar apoyo a las personas que lo requerían.
Después de un mes en este voluntariado, hemos descubierto la importancia de la compañía, la escucha y la comprensión, ya que una vez acostumbradas a las visitas semanales, se puede ver la ilusión que les hace a las personas mayores sentirse acompañados.
Los ancianos no son los únicos que se benefician de esta labor, nosotras, personalmente cada día reflexionamos acerca de lo que hemos escuchado y pensamos, que en base a todas las experiencias vividas por los mayores, podemos sacar conclusiones de cómo podríamos enfrentarnos a nuestro futuro.
En general, la labor del voluntario se ve “financiada” por las sensaciones producidas al realizar una buena acción, a las que nosotras llamamos: felicidad. Queremos animar a todas las personas a que experimenten personalmente lo que se siente al realizar voluntariado, la única palabra que no conocerá tu boca será arrepentimiento.
Manuela Vera Monsalve y Melanie Chávez Mayhuire
Alumnas 1º E
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